Necesidad de un plan económico que traiga inversiones

El país amaneció con los mercados revolucionados, una devaluación del dólar oficial del 22% y el desplome de la cotización de los bonos soberanos. Para muchos especialistas el salto era necesario ya que se acerca al valor del dólar «real» de acuerdo al gasto y a los ingresos del estado.

Este escenario complejo, con la nueva cotización a 350, tendría que impulsar un mayor ingreso de divisas y mejorar la competitividad de los productos argentinos en el mercado internacional. Y al mismo tiempo restringir el acceso a la demanda de dólares de los sectores medios en el corto plazo, para que efectivamente lo absorba el Banco Central.

El resultado legítima un paquete de medidas que conlleva achicar el gasto público, reformar el estado, desprenderse de los activos de varias empresas y desregular el mercado. Y aquí hay que ser prudentes en los análisis y no caer en relatos «históricos» o » ideologizados» sobre » lo malo» que son las privatizaciones y » lo bondadoso» que es el estatismo.

Esta falsa dicotomía ha reducido la capacidad de perspectiva y de profundidad de los problemas que tiene la sociedad argentina. El sector privado es tan necesario como el sector público, y lo que se debería juzgar es la «eficiencia» en la administración y en la defensa de la competencia del mercado, respetando los principios de consolidación de los mercados naturales tutelados en la Constitución Nacional, nuestra carta magna.

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