Necesidad de una estrategia de suministro de invierno

Argentina nuevamente es noticia en el mercado de Gas Natural Licuado (GNL) por las razones equivocadas. ENARSA vuelve a mostrar lo que no tiene que hacer el gobierno en el sector energético y derriba su credibilidad como comprador. De acuerdo con las noticias, habría incumplido los contratos de compra de GNL celebrados en febrero de 2023 y ahora busca renegociarlos. Los motivos posiblemente asociados a la escasez de dólares y una mirada cortoplacista respecto del costo de incumplir sus compromisos con los vendedores de GNL respecto de otros compromisos asumidos. Default estratégico.
En los últimos días aparecieron algunas notas criticando la estrategia de compra y su “fracaso”. El default no hace más que confirmar que las cosas no salieron como se había planeado. La gran pregunta es “¿cuál era el objetivo buscado?”, ¿había alguna estrategia?, ¿había alguna meta contra la cual medir el éxito o fracaso? No parece y este es el problema.
El mercado de GNL internacional tiene precios volátiles. Cuando se fija un precio para un cargamento futuro, es casi seguro que al momento de la descarga el precio de mercado será más alto o bajo que el pactado. La volatilidad de los últimos años agudizó estas diferencias.
Sin una estrategia de compra de GNL clara, se tuvo un éxito rotundo en 2022 cuando se compró a 28 USD/MMBTU y el precio de mercado durante el invierno fue en promedio 40 USD/MMBTU con pico en agosto de 60 USD/MMBTU, o un fracaso rotundo en 2023 cuando se adquirió a 21 USD/MMBTU y el precio bajó a alrededor de 10 USD/MMBTU, veremos cómo termina el invierno. En 2020 se festejó el “éxito” de comprar GNL a unos 3 USD/MMBTU como si hubiese sido gracias a la habilidad del comprador cuando ello era básicamente el precio de mercado por la pandemia.
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