Según un análisis del Financial Times, el sector petrolero experimentó las mayores pérdidas financieras con la salida de Rusia. Las pérdidas totales ascienden a aproximadamente 110.000 millones de dólares, de las cuales cerca del 40 % corresponden a grandes compañías petroleras.
BP reportó un coste de 24.000 millones de dólares en su negocio ruso tras su salida, teniendo una participación significativa en Rosneft. Shell, por otro lado, anunció una pérdida de 5.000 millones de dólares debido a su retiro, aunque aseguró que esto no impactaría sus ganancias en petróleo y gas.
TotalEnergies anunció una pérdida estimada de 14.800 millones de dólares por su retirada de Rusia, siendo gran parte de esta pérdida debido a su participación en el proyecto Arctic LNG 2 de Novatek.
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