El megaproyecto Arctic LNG 2, clave para la estrategia energética de Rusia en el Ártico, enfrenta un estancamiento casi total debido al impacto de las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea. Estas restricciones han generado una disminución drástica en la demanda de gas ruso, complicando la viabilidad del proyecto y afectando significativamente los planes energéticos del Kremlin.
Un golpe estratégico al Arctic LNG 2
El proyecto Arctic LNG 2, desarrollado por Novatek, la segunda mayor compañía de gas de Rusia, tenía como objetivo procesar y exportar gas desde los campos Salmanovskoye y Geofizicheskoye en Siberia occidental. La planta debía producir hasta 20 millones de toneladas de gas licuado al año y transportarlo hacia Asia utilizando rutas marítimas del Ártico mediante buques rompehielos especializados. Sin embargo, las sanciones occidentales han frenado este ambicioso plan, dejando a una de las instalaciones clave del proyecto, el astillero de Belokamenka, prácticamente desierta.
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