Rusia redujo drásticamente el suministro de gas a Europa en 2022

En 2022, Rusia, por primera vez en la historia, decidió reducir drásticamente el suministro de gas a los clientes de la Unión Europea. Su objetivo era agravar la crisis energética existente en Europa y empujar a los países europeos a reducir el apoyo político, militar y económico que prestaban a Ucrania. Sin embargo, paradójicamente, la militarización de los suministros de gas por parte de Moscú ha tenido, por el momento, los efectos más lesivos en la propia Rusia.
Rusia ha perdido su posición como principal proveedor de gas de la UE. Sus exportaciones de gas por el gasoducto a clientes de la UE cayeron de casi 146.000 millones de metros cúbicos (bcm) en 2021 a entre 61 y 62 bcm en 2022. El gas ruso sigue llegando a Europa a través de gasoductos que atraviesan Ucrania (según los acuerdos de tránsito vigentes hasta finales de 2024) y a través de Turquía por el gasoducto TurkStream, pero en cantidades cada vez menores.
En los cinco primeros meses de 2023, las exportaciones de gas ruso a través de los gasoductos en funcionamiento ascendieron a sólo 10 bcm, frente a los 62 y 42 bcm, respectivamente, del mismo periodo en 2021 y 2022. Es muy poco probable que Moscú y Kiev prorroguen el acuerdo sobre el gasoducto que atraviesa Ucrania después de 2024. Rusia ya ha amenazado repetidamente con cortar el suministro incluso antes de que expire, lo que significa que las cantidades de gas ruso que llegan a la UE por gasoducto probablemente se reducirán aún más.
La drástica caída de los suministros a Europa obligó a Gazprom a recortar la producción de gas en un 20% interanual en 2022. Y aunque los ingresos por exportación siguieron siendo relativamente altos en 2022 debido a los elevadísimos precios del gas en Europa (especialmente en el primer semestre de 2022), el descenso de las exportaciones a la UE pasará una elevada factura a los ingresos de Gazprom en 2023.
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