Tensión entre el Gobierno y las petroleras

El sector petrolero está expectante a que el Ministerio de Economía envíe al Congreso el prometido proyecto de ley que facilitaría el acceso al mercado de capitales a aquellas empresas que inviertan en la producción de gas natural licuado (GNL). Pero la expectativa del proyecto no genera un optimismo real, ya que los beneficios que el Gobierno promete después se ven limitados en las reglamentaciones, cuando sale la letra chica de las condiciones que se piden para acceder.
Así ocurrió, por lo menos, con el decreto 277, que diseñó el exministro de Economía Martín Guzmán, en mayo del año pasado. En ese texto, el Gobierno les prometió a las empresas que, si aumentaban su producción con respecto a los volúmenes de 2021, iban a disponer libremente de los dólares generados por el 30% del incremental de gas y el 20% del incremental petróleo.
En su momento, el decreto no fue muy ambicioso para seducir a las empresas a que aumenten sus inversiones, pero, como decían los empresarios petroleros en off en ese entonces: “Es mejor que nada”. Casi 10 meses después, todavía sigue siendo “nada”.
En julio, Guzmán renunció al cargo y el sector tuvo que esperar hasta la asunción de Sergio Massa para que, en agosto, en un acto en Vaca Muerta, el nuevo ministro de Economía anunciara que iba a reglamentar el beneficio con un nuevo decreto, el 484.
Dos meses después, el Banco Central (BCRA) publicó la norma para que las empresas puedan acceder al mercado único de cambios (MULC) y, a comienzo de año, la Secretaría de Energía sacó la resolución reglamentaria, en la cual avisó que el Poder Ejecutivo iba a tener 90 días para analizar cada pedido.