Hidrógeno, el combustible del futuro, cada vez más presente

La apuesta es firme. El conocido como hidrógeno verde, único de verdad limpio por producirse a partir de fuentes renovables, tendrá cada vez más peso en el mix energético global. Es el que menos agua consume, entre otros beneficios, sin embargo, su despliegue sigue sin alcanzar el ritmo deseado. Y desde luego el tiempo apremia, porque el fin de las reservas de combustibles fósiles está escrito.

Pero la fuerza de la costumbre pesa, como atestigua un informe de Hydrogen Council con este dato comparativo: la inversión en este vector energético para 2030 se quedará por debajo del 15% de lo destinado a exploración y producción de petróleo y gas en la última década. “Llevamos 17 siglos usando combustibles fósiles, no lo olvidemos. Hay que ser realistas y centrarnos en el objetivo fijado a seis años vista para luego ir escalándolo durante una o dos décadas más. Se trata de construir todo un ecosistema nuevo y eso lleva su tiempo”, opina Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno.

Global Energy Perspective 2023, elaborado por McKinsey & Company, deja clara la contribución que tendrá el hidrógeno sostenible en la descarbonización del sistema energético. “En el estudio planteamos cuatro escenarios de transición y en cualquiera de ellos, como mínimo, se duplicará la adopción del verde, el que denominamos renovable, y del azul o low carbon, que es el procedente del metano mediante proceso de captura del CO2″, detalla Bruno Esgalhado, socio de Sostenibilidad de la consultora estratégica. Para el experto, “el interés empresarial es creciente tanto por el mayor número de proyectos como por su madurez. La mitad ya está en decisión final de inversión (FID, por sus siglas en inglés) y suponen 310.000 millones de dólares de los 570.000 previstos hasta 2030. La voluntad de avance no se ha alterado, sí los plazos de ejecución hasta poder convertirlo en el catalizador indispensable para el cambio requerido”.

El alza de los tipos de interés, de la inflación y de los precios energéticos, tienen mucho que ver con el retraso al que Esgalhado alude. “Hoy, el hidrógeno es menos competitivo que hace un año, pues cuesta entre un 30% y un 50% más, lo que ralentiza los procesos”, asegura. A la par, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estrenaba 2024 alertando de que solo el 7% de los proyectos del denominado hidrógeno verde estará en producción en 2030. Pero, como siempre, el vaso puede verse medio lleno o medio vacío y mientras la AIE corregía a la baja sus previsiones de hace un año en un 35%, en idéntico porcentaje el Consejo del Hidrógeno calculaba el crecimiento de la cartera de proyectos (desde enero de 2023).

España, epicentro

Descendiendo a lo nacional y según el estudio Las moléculas verdes: la inminente revolución del mundo del empleo en Europa, de ManpowerGroup y Cepsa, una de cada cinco propuestas mundiales relacionadas con el hidrógeno limpio es española. Asimismo, calculan que el liderazgo de España en producción durante las próximas dos décadas conllevará la creación de 116.000 nuevos empleos en los diez primeros años y aportará 15.600 millones de euros hasta 2040.

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